Esta Navidad, no ha sido la mejor de mi vida, porque estuve muy solo, aunque medité en lo que nos deparará el 2011 a todos los salvadoreños, dada la coyuntura económica que aún permanece, tras la crisis que nos azota desde finales de 2008.
Por los vientos que soplan, la economía no estará del todo en plena recuperación dado, que tendremos un año pre electoral y que sobre todo a finales de año, que es cuando la economía calienta, en esta vez se enfriará un poco, pues estaremos en lo mejor de la bulla electoral.
Aunque los empresarios creo que a regañadientes han aprendido a que se puede convivir con un Gobierno de izquierda, como el que tenemos, es necesario hacer algunas consideraciones.
1) No es un Gobierno total de izquierda, pues hay muchos gangueros que aprovecharon la piñata que propició el FMLN al llevar a Mauricio Funes como candidato y que hoy ostentan algunos puestos públicos.
2) Y aunque son gangueros, eso es mejor que tener un Gobierno totalmente de izquierda, dirían algunos empresarios que no comparten esta ideología.
3) Justo esa manera de pensar contribuirá a enfriar la economía a finales del próximo año, porque el ambiente empresarial y de inversiones estará cargado de todo tipo de conjeturas acerca de qué partido queremos que obtenga mayoría de alcaldías y curules, "dis" que para darle seguridad física y jurídica y la certidumbre política que necesita el país para salir de la postración económica en que se encuentra.
4) Ahora bien, independiente de eso, creo que el negativismo colectivo que se ha generado a partir de lo que dicen las gremiales empresariales y el principal partido de oposición, y que ha sido respaldado por algunos medios de comunicación, ha contribuido mucho a que la economía no despunte, ¿por qué? se preguntarán. La respuesta está en que dejemos de ladrar, al fin creo que ya avanzamos, y hoy es hora de acelerar el paso si realmente queremos crecer arriba del 2% en 2011.
5) Creo que eso será posible, si empujamos juntos la carreta, inversionistas extranjeros y locales, empresarios, profesionales, trabajadores y los tres órganos del Estado, sin echarle la culpa a los errores del pasado, sino trabajando duro por emprender las soluciones de los problemas actuales.
6) El Gobierno ha presupuestado una inversión pública de $1,200 millones, que es demasiado ambiciosa, pero que con el concurso de la empresa privada se puede ejecutar, al menos en un 75% y eso significaría que los empresarios tendrían acceso a participar de unos 900 millones de dólares, con lo que se podrían generar decenas de miles de empleo, que dinamizarían el consumo y generarían más impuestos para el Gobierno.
7) Si a esa inversión pública le agregamos la que pueda venir del sector privado, creo el panorama resulta bastante alentador.
Y por último, creo que debemos borrar de nuestra mente colectiva la idea de que El Salvador pueda encaminarse al fracasado Socialismo del Siglo XXI. En lo personal a mi me parece, que la izquierda ya entendió que para mejorar las condiciones de vida de los cientos de miles de pobres por los que se fue a la guerra, no es generando y repartiendo miseria, sino riqueza, sin quitarle al que la tiene, sino enseñando a crearla a quienes no han tenido la oportunidad, y para lograrlo no queda otro camino que poniendo a trabajar hasta el último salvadoreño en edad productiva.
sábado, 25 de diciembre de 2010
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