Esta vez, no quiero escribir análisis económicos, sociales o políticos, quiero dedicar este espacio a la inspiración que de repente vino a mi la noche del domingo 9 de septiembre y la cual quiero compartir con ustedes. Espero les guste.
Al Dios de las maravillas
Gracias Señor, por tu inmensa misericordia para conmigo, a
pesar de que soy un gran pecador, permíteme en esta hora de tu reloj eterno,
bendecirte padre santo, y pedirte perdón por todo mi mal proceder.
Ayúdame oh Dios mío, a entender la grandeza de tu gloria, y
a comprender lo que realmente tú quieres para mí. No permitas que me pierda
Señor en la vanagloria del mundo; antes dame la fuerza necesaria para decir no
a todo lo que ponga en riesgo mi salvación eterna.
Permíteme padre celestial con mi oración remontarme a las
alturas, para poder observar y disfrutar desde allá la hermosura y las
maravillas de tu creación. Dame Señor la oportunidad de observar, aunque sea a
años luz el resplandor de tu rostro divino.
Déjame viajar en las alas del viento y llegar hasta el
estrado de tu reino, allí donde ningún ser humano en vida lo ha hecho; quiero
mi Dios, tan siquiera rozar tus manos y sentir las caricias de las tuyas diciéndote,
hijo mío te amo.
Una oportunidad nada más te pido Señor de los ejércitos
celestiales, que me permitas estar delante de tu presencia, para deleitarme con
la luz de tu rostro y navegar en tu campo de visión por todo el universo,
Volar hasta el último rincón del cosmos, antes de llagar a
límite donde comienza tu reino divino e infinito. Quiero estar ante ti mi buen
Dios, gozándome de tu presencia, alabarte y bendecirte sin sentir el tiempo,
que de por sí ya es eterno.
Padre celestial, permíteme entender que tu no creaste el
universo para ti solo. Sino que lo hiciste para compartir sus maravillas con
tus hijos, y que por ello es tu lucha para que ninguno de nosotros se pierda.
Yo sé mi Dios amado que tú realmente quieres que yo y otros
millones de hijos tuyos disfrutemos junto a ti de cada rincón del universo, que
viajemos entre las estrellas y que acampemos en esos verdes prados que hiciste
en los dominios siderales de cada una de ellas.
También entiendo Señor que tú hiciste tanta hermosura para
que los que trascendamos la eternidad del tiempo nos deleitemos con ella, para
que descansemos y disfrutemos de tu bello universo sin límites ni de espacio ni
de tiempo.
Por eso amadísimo Dios, entiendo que hiciste eterno el
tiempo, para que quienes ganemos el paso a tu celestial reino, podamos
entretenernos siempre, sabiendo que tú siempre estarás con nosotros eternamente
viajando, conociendo la extensión de tu reino.
Ese reino celeste que está más allá de las estrellas y que
solo tú con tu omnipotencia fuiste capaz de crear para el deleite eterno de tus
hijos obedientes, especialmente pensado para aquellos que tú escogiste desde el
principio mismo, cuando creaste el universo.
Gracias mi Rey de reyes, por tomarme en cuenta cuando
pensaste en la creación del vasto cielo. Porque sabías que yo tendría derecho a
gozarme en cada uno de sus senos, y por eso lo hiciste Señor, para que yo me
una contigo allá conde comienza el límite de mi tiempo y el de tu eternidad sin
fin,
Ni todas las bellezas juntas de esta tierra, también fruto
de tu poder infinito, se compara con las maravillas de la expansión infinita de
tus cielos. Por eso Señor, creo que bien vale la pena vivir para ti, aunque haya
insensatos que se atreven a dudar de tu gloriosa presencia.
Permíteme Jehová de los ejércitos, pedirte por la salvación
de mi familia, de la mujer que amo, de mis compañeros de trabajo, de mis
amigos, y de todos los que he conocido y conoceré, en fin, del mundo entero,
Señor.
No quiero ser egoísta mi Dios, y así como has sido
misericordioso conmigo, quiero señor ofrecerte en sacrificio esta oración para
que también los salves a ellos y podamos juntos en cada confín del universo
proclamar tu santo nombre y para siempre.
Señor derrama sobre cada uno de nosotros la luz de tu
rostro, enjuga nuestras lágrimas cuando por cosas de esta vida terrenal
suframos y confórtanos con tu poder infinito Señor para alcanzar a estar entre
los escogidos tuyos, y para quienes has preparado el manjar eterno de tu
gloria. Amén y amén.